Medico: nunca me imaginé que al final de mi camino iba a tener un sufrimiento tan grande que solo Dios lo sabe, y solo Dios sabe que era tan grande mi dolor que mato mi fe y mi esperanza. Pero Dios en su infinita sabiduría lo puso a usted en mi camino para llenar mi corazón de amor, de fe y de esperanza, y con su gran calidad humana, su comprensión y su cariño, me devolvió la fuerza y el valor para seguir adelante. No tengo palabras para expresarle mi admiración y mi respeto como Cirujano Plástico y mi eterno agradecimiento. Su nombre lo llevare escrito en el alma, en lo que me resta de vida y estas palabras tan merecidas las he escrito con la punta de mi corazón.